Holaaaaa, amig@s!!! ¿Cómo lo lleváis?
Hoy os quería contar en el lugar del supermercado donde paso la mayoría del tiempo cada vez que voy a hacer la compra: en el pasillo de las pastas...pasillo arriba, pasillo abajo, estantería de arriba, estantería de abajo, y ¿qué le voy a hacer? Si me gusta probarlas todas, en todas sus formas, colores, sabores y así variar y no comer siempre los socorridos macarrones. ¿Y vosotr@s, dónde lo pasáis?
Esta receta la podéis adaptar a vuestra pasta preferida, os saldrá igual de rica de todas formas.
Ingredientes para el club de 2:
250 g de pasta
1 brick de 200 ml de nata líquida
200 g de gambas
30 ml de brandy
Aceite y sal
Preparación:
Para la salsa:
En una sartén antiadherente y con una gotita de aceite sofreiremos las gambas peladas un par de minutos. Si os gusta el picante también podéis añadir una guindilla cayena. Reservar.
Ahora, en la misma sartén donde hemos sofrito las gambas, sofreiremos las cabezas y las cáscaras de los cuerpos de las gambas. Vamos chafando con una cuchara de madera (o lo que tengáis más a mano) las cabezas de las gambas para que suelten todo su jugo y nos aporte sabor a la salsa. A continuación, añadiremos un chorreón de brandy y dejaremos que evapore el alcohol. Ahora ya es el momento de añadir la nata líquida y dejar que se mezclen los sabores. Dejad que haga chup chup y colar por un chino, pasapurés o un colador con la malla muy fina. Añadir las gambas que habíamos reservado.
Para la pasta: Hervir la pasta el tiempo que indique el fabricante en el paquete en una olla con agua, aceite y sal. Cuando esté lista la escurrimos y la emplatamos. Salseamos al gusto.
Fácil, ¿verdad?
Buen provecho!!!
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