Y hablando de la primera noche...os diré que este fue uno de los aperitivos que presidieron nuestra cena de Noche Buena. Muy ricos y fáciles de hacer. Yo adelanté el trabajo y los hice unos días antes y los congelé. El día de autos solo tuve que encender el horno y hornearlos hasta que se doraron un poco.
Ingredientes:
1 bolsa y media de espinacas cortadas
Un puñado de pasas sin hueso
50 g de piñones
75 g de queso roquefort
Sal, aceite
Pasta brick
Un huevo para sellar el cierre de los triangulitos
Preparación:
Con un poco de aceite en la sartén salteamos los piñones y las pasas. Cuando los piñones tomen color, retiramos y reservamos en un plato. En ese mismo aceite echamos las espinacas con un poquito de sal. Las salteamos un poquito para que pierdan el agua. Añadimos el queso roquefort y esperamos a que se derrita. Retiramos del fuego y añadimos los piñones y las pasas. Dejamos enfriar la masa.
A continuación, vamos rellenando la pasta brick con la mezcla de espinacas y le damos la forma que queramos: saquitos, cuadraditos, triángulos... en mi caso, hice unos pequeños triángulos. Antes de cerrar los paquetitos, pincelamos la pasta brick con un poquito de huevo batido y cerramos.
Meter en el horno precalentado hasta que estén doraditos.
Que rico, me encantan las espinacas, lo pondré en pendientes.
ResponderEliminarUn Beso.
Seguro que los triangulitos estaban buenísimos por la pinta que tienen.
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